sábado, 25 de octubre de 2014

Presentacion autores del Blog



Mi nombre es Juan Alay Curiel Diaz, Cod, 84086567 Estudiante de Ingenieria de Sistemas en la unad Cead Riohacha La Guajira, Curso Competencias Comunicativas. Actualmente trabajo en el Hospital Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de  Uribia.







Mi nombre es Luis Emilio Pinto Amaya soy Analista y Programador de Sistema, egresado de la Corporación Universitaria de la Costa (CUC) en Barranquilla, actualmente me encuentro laborando en el (DPS) Departamento Para la Prosperidad Social Con gran espíritu empresarial, creativo con mucha  innovación, capacidad investigativa, con un deseo permanente de trabajar, de aprender y de  perfeccionarme con amor propio a la excelencia y amplia sensibilidad social, con toda la capacidad promotora de desarrollo en .bien de la comunidad.






Mi nombre es Uldis Alidis Hernandez Bolivar soy Trabajadora Social egresada de la Universidad de la Guajira actualmente me escuentro trabajando en la Ips Cidsalud como coordinadora de Siau.


viernes, 24 de octubre de 2014

Comienzos de los carnavales en Riohacha








Cuentan nuestros ancestros que los carnavales de Riohacha son considerados como los más antiguos de la costa pues la música y muchas expresiones culturales que gracias a las mezclas entre nativos y personajes que llegaron de las islas cercanas fueron pasando de pueblo en pueblo llevados por los extranjeros que llegaban a nuestro territorio por el puerto perlero de la hoy capital de la guajira.
Es así que desde finales del siglo dieciocho se comenzaron a ver personajes y disfraces que se han mantenido dentro de estas festividades y que marcan la diferencia en los carnavales riohacheros, como es el caso de los embarradores disfraz que por siglos se ha mantenido como ritual los sábados de carnaval en esta ciudad, el cual tiene como característica principal un atuendo fantasmal con un saco y pantalón una capucha, que luego de la media noche se dirigen hasta la laguna salada y proceden a embarrarse, de esa manera llegan en grupos a todos los bailes para abrazar a quienes en ella se encuentre y compartir al ritmo de la música del momento, y por su puesto juntos bailan el pilón riohachero. Esta tradición llegó a la capital de los mágicos arreboles luego que un colombo francés arribara a Riohacha luego de una larga travesía por Europa y llegó justo en las festividades del carnaval y la única forma que encontró de vincularse con los nativos fue tomar ese disfraz que se daba en su tierra, así que tomo a sus coteros y los disfrazó lo que causó un gran terror dentro de los nativos pero que hasta hoy se convirtió en característico de los carnavales de Riohacha.

domingo, 19 de octubre de 2014

Reseña de los Embarradores







La idea de Los Embarradores vino de Francia, cuando José Laborde Ariza, hijo del capitán de una embarcación que traía mercancía desde los puertos de ese país, quiso imitar lo que hacían los integrantes de un grupo folclórico en las calles de París, los cuales se llenaban de barro y celebraban así cada año la Toma de la Bastilla durante la Revolución Francesa.
Estando en Riohacha reunió un grupo de trabajadores de los barcos el domingo de carnaval de 1867, llegaron a la Laguna Salá, que fue donde encontraron un barro similar al francés, se revolcaron hasta cubrirse todo el cuerpo y llegaron hasta el Parque Padilla, donde se encontraban bailando el tradicional Pilón. Los allí presentes se asustaron, por lo que todos salieron despavoridos buscando refugio para resguardarse de lo que creían era un ataque de algunos demonios o fantasmas.
"Los Embarradores han mantenido una tradición, la cual esperan transmitir a las futuras generaciones.
El que es riohachero sale a embarrarse el domingo de carnaval en la Laguna Salá y a desfilar por las principales calles de Riohacha para luego bañarse en el hermoso mar Caribe que circunda a esta ciudad.
Son Los Embarradores, una tradición que cumple 146 años en el Carnaval de Riohacha, que es auténtica e irremplazable y que se espera preservar por mucho tiempo más.
Con sus sonidos guturales y característicos, al son del Pilón Riohachero, participan alrededor de 400 personas, quienes disfrutan revolcándose en el barro, el cual es preparado una semana antes del desfile.
En esta tradición carnavalera inicialmente solo participaban los hombres, pero en el año 1967 un grupo de mujeres se vinculó de manera activa y desde entonces ellas también son protagonistas, con lo cual queda integrada la familia en una tradición y garantiza la semilla para que vengan muchos años más con Los Embarradores.

Sin embargo, al percatarse que solo era otro grupo de carnavaleros llenos de barros, se mezclaron para seguir con las festividades, no sin antes bañarse en el mar para limpiarse. Desde ese día Los Embarradores, no han dejado de estar presente en los carnavales de Riohacha.
De esta manera lo relata Orlando Esaú Vidal Joiro, en su libro El pilón y los embarradores de Riohacha.
La huella para señalar el camino
Durante su recorrido Los Embarradores van dejando su huella en las viviendas y abrazando o tocando a las personas que se encuentran en el camino. Según Evert Brugés Pinto en su libro “Reseña histórica de Los Embarradores”, el análisis de la huella estampada de estos en las puertas de las casas, es una manifestación del contexto sociocultural que indica el camino que ha seguido, la identificación de su presencia y el lazo de complacencia afectiva.

Se requiere de un vestido entero
Para ser “embarrador”, solo se debe contar con un vestido entero viejo, franelas o camisas manga larga, unos zapatos adecuados y un capuchón que solo tenga los agujeros para ver. El objetivo es mantenerse en el anonimato y darle rienda suelta a la alegría, sin restricciones. El sábado de carnaval en horas de la noche comienzan a reunirse en la Avenida Circunvalar de Riohacha todo el que desee participar, para entonarse con unos buenos tragos y luego comenzar a embarrarse en la Laguna Salá.
De allí salen por las principales vías de Riohacha, sin dejar en ningún momento de bailar el Pilón y hacia las cuatro o cinco de la mañana llegar a las playas para sacarse el barro.

Una Fundación sin distingo de clase social
La tradición de Los Embarradores, al contrario de otras manifestaciones, que comienzan en los estratos altos hasta llegar a los más bajos, comenzó con personas que no tenían un nivel cultural tan alto, según lo afirma Vidal Joiro en su libro.
En la actualidad quienes se disfrazan y salen a desfilar, pertenecen a cualquier estrato social y no tienen distingos de ninguna clase.
Con el fin de mantener esta tradición se creó el primero de febrero de 1999, la Fundación Cultural Embarradores de Riohacha, que se encarga de la coordinación y organización de las actividades que se realizan en el marco de los carnavales cada año.
El presidente de esta Fundación Iván Brugés, afirma que cuentan con 300 miembros activos, quienes trabajan por preservar, no solo la manifestación de “Los Embarradores”, sino la del “Pilón Riohachero” y el rescate de los instrumentos utilizados, la música, el vestuario y la expresión oral propias de estas tradiciones.